Yo te digo Nicole, mi Nicole:
El mundo no es tan grave,
Pero existe la necesidad de sufrir.
La condena más dura somos nosotros mismos.
Nos auto flagelamos creyendo crecer,
Y era cuestión de volver del viaje, así de simple.
Uno siempre se encuentra mejor en el hogar.
Somos ídolos que mezclan ángel y demonio,
Debatiéndonos a qué entregarnos.
Tenemos pesadillas acerca de infiernos terribles,
Pero para calmarnos bastará
Dormir a nuestro nidito de amor
Y empezar a soñar, a vivir.
0 de los sospechosos de siempre:
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