domingo, julio 27, 2008

difusión "iconoplasta"

...ayayaya!.
ululu!...AHÁ!
una sombra, una marquesina oscura.

Todos son mágicos.

sí...sí.

aaaaaaaaaaaalrmirarte caleidatoe
clamenroi bultero gercinto plaste

¡abjuran todos!

DEJA QUE ME INTROMUNDESCA.

quiiiiij...suena la capa:

No, no hay nada nada nada en el corazón. Late.
grandilocuentes palabras rimbombantes caen en mi cabeza
El plexo estéril es una dicotomía en la prístina belleza de esos ojos

Telegráfico

19 de agosto de 1870. Gavelotte.

Una mujer solitaria aferra una hoja de papel que dice lo siguiente:

SERVICIO DE TELECOMUNICACIONES DE LA GUARDIA PRUSIANA.
Primer Ejercito de la Confederación Alemana del Norte.

15 de Agosto de 1870

Remitente: Teniente brigada Jörg Her Steinmetz von Moltke.
Destinatario: Agnes Frau Steinmetz von Moltke.

Querida. Stop.
Vuelvo mañana. Stop.
Vamos armados por el camino que lleva a Gravelotte. Stop.
Al fin descansa nuestra brigada. Stop.
Espérame en casa. Stop.
Te amo. Stop.

lunes, julio 07, 2008

Matilda

El viento mecía su cabello plateado
Celoso, el viejo chal salta al vacío
Te elijo como mi compañera, le dije
Ella sonrió
¿Se enterneció realmente?
La verdad es que ahora no me importa
Aun la veo de reojo acostada junto a mi
Ya le había dicho que no, pero no sabía que a futuro
Terminaría robándome las manos.
Yo le robé todo:
Un beso rocinante
Un te quiero
Un para siempre
Pero olvidé robarle el futuro y llevarlo conmigo en el bolsillo.
Igual puede que estemos a tiempo
Para ir a comer chocolates mientras saltamos bajo la lluvia
O simplemente entregarse a la eterna juventud del beso,
Que confunde las palabras de uno y de otro.

Vicente

El tejedor de años está sentado en la lluvia
La maquina de besos la encendió el viento
Silbando pasan caras llenas de colores
Los tiempos antiguos me persiguen sin cesar
Y el azar es el encargado de
Restituir lo perdido
Porque no siempre el olvido es color trigo
No cantar
No reír
No morir contigo y sin ti
A ratos, quiero poner mi alma en una ventana y darle un empujón
Ahí, colgada como un calcetín
No hay acierto posible
Veo cómo es que el humo de la chimenea
Se confunde con el de mi cigarro
Volutas traviesas husmean en las faldas de una joven
Hace años hice un llamado a la muerte,
Pero no me hizo caso.
Desde entonces temo. La he sentido escondida en mis zapatos
Como una piedrecita de nácar.
No quiero que me saquen a tirones
En mis brazos acurruco a la madre de mis hijos
Mientras dejo revolotear en mi conciencia
un sin fin de bolas de colores
¿Nos volveremos a ver desnudos, extraña?

Ya es muy tarde, vuelve mañana.