El alma no se queja.
Nisiquiera grita la arena divida,
Monotona, al ser barrida por el viento;
Pero el polvo solar sí aulla
Saltarte encima.
Nisiquiera grita la arena divida,
Monotona, al ser barrida por el viento;
Pero el polvo solar sí aulla
Saltarte encima.
0 de los sospechosos de siempre:
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