Llego tus pies de espasmo,
Y tu cintura de abandonada
Gime deshecha en lluvia.
Del cielo cae el recuerdo
De tus manos llenas de tarde
Y taciturnos desenredamos
Torbellinos de hilo blanco.
Duros suspiros,
Sustancia comestible,
Son aguardiente amarga en mi órbita.
Quemamos azúcar a fuego lento
Y tu boca aún danza
Carnosa y hambrienta.
Ya soy viejo, niña,
ya soy viejo,
y solo puedo amar a la muerte.
3 de los sospechosos de siempre:
Muchas gracias por vuestro comentario...me agrada que le gusten mis escritos...
"Del cielo caen recuerdos", como la lluvia....precioso.
Saludos!
Amar a la muerte de lejos , no muy de cerca.
Buena, buena.
He leído lo tuyo, y me gusta.
Sigue así, que uno siempre va mejorando. Todo está en la práctica y en la manera de explicar las cosas. El estilo no tiene que ver en decir algo bonito, sino, en cómo lo dices. Ahí está la clave.
Gracias por el comentario.
Saludos.
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