jueves, mayo 14, 2009

Encuentro y Muerte

Encerrados en una caja de fósforos
Mi lengua de luz
recorre tu cuerpo teñido de sombras.
El éxtasis resuena en tus gemidos
Rebota, se amplifica
Y húmedas paredes acunan la vida 
Que se yergue inmóvil
Dibujando un chorro de estrellas.

Tu respiración es líquida
Y cuando me sumerjo en tu cálido mar
Me duermo como un niño.

Tus brazos tanteando en la oscuridad
Son dos caminos de plata que se desenredan
Para un viajero perdido.

¡Cómo olvidar
El estallido de tu pelo
Que dibuja el mapa de tu espalda!

De a poco, nos  dejamos nacer.
Reculan mis ánimos encallados en tus costas
Tus pechos se sueltan y se escurren entre mis manos, 
se derraman las arenas de tu cintura 
y mi fuerzo prometeíca se encadena.
Volver a la vida es, precisamente, 
sufrir una pequeña muerte.

0 de los sospechosos de siempre: