En un bosque mohoso se esconde
una casita jorobada;
con sus techos tristes,
impúdicas paredes
y un discreto umbral,
que tímidamente palpita.
Un volutas de humo
giran en hilillos azules,
Un alma encerrada escucha
atrapada atrás de la pequeña puerta.
Ciega está por los postigos
pero aún se ve un tibio aliento,
aún respira.
0 de los sospechosos de siempre:
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