Me gustaba mirarte caminando por las calles con ese pelo con el cual te pavoneabas al mover tus caderas de una manera singular. Nadie como tú me sacaba del sopor que producían el ruido de las micros y los pasos de miles. Y así fue cómo un día se me ocurrió no permitir que el día se me fuera en vano y te intercepté. Terminamos en un bar. A mi se me ocurrió juguetear con tu pelo y mi encendedor. Parecía una buena táctica para acercarme más. Mala, mala idea, porque tu cabello era particularmente inflamable.
3 de los sospechosos de siempre:
Que envidia le tengo a este tipo de mensajes. Ellos viajan frivolamente hasta llegar a tí, sin que les importe demasiado, son simplemente portadores de mensaje. No existen impedimento ni temporales ni fisicos para llegar a su destino. Y es así, como les voy pidiendo que me traigan algun pedazo, el fragmento de la mirada, la cosquilla que les produce la sonrisa. Simplemente un esbozo de lo que realmente eres. Pero estas letras malditas no lo hacen, y se burlan de mi, diciendome: que debo imaginarlo!!
Y pensandolo bien, nadie me asegura que no sea rel, al contrario!, cuan real fue la imagen tuya en mi cabeza, estando lejos como para refrescar los recuerdos.
Curioso encontrarse con esto, must say so. Further news will come later my friend.
Bon chance
me sacaste de tus links. Que descortés
Publicar un comentario