lunes, julio 07, 2008

Vicente

El tejedor de años está sentado en la lluvia
La maquina de besos la encendió el viento
Silbando pasan caras llenas de colores
Los tiempos antiguos me persiguen sin cesar
Y el azar es el encargado de
Restituir lo perdido
Porque no siempre el olvido es color trigo
No cantar
No reír
No morir contigo y sin ti
A ratos, quiero poner mi alma en una ventana y darle un empujón
Ahí, colgada como un calcetín
No hay acierto posible
Veo cómo es que el humo de la chimenea
Se confunde con el de mi cigarro
Volutas traviesas husmean en las faldas de una joven
Hace años hice un llamado a la muerte,
Pero no me hizo caso.
Desde entonces temo. La he sentido escondida en mis zapatos
Como una piedrecita de nácar.
No quiero que me saquen a tirones
En mis brazos acurruco a la madre de mis hijos
Mientras dejo revolotear en mi conciencia
un sin fin de bolas de colores
¿Nos volveremos a ver desnudos, extraña?

Ya es muy tarde, vuelve mañana.

0 de los sospechosos de siempre: