jueves, noviembre 30, 2006

La loba (cuento)

Hay un vieja que vive en un escondrijo del alma que todos conocen pero muy pocos han visto. Como en los cuentos de hadas la vieja espera a los que se han extraviado, por eso, los caminantes y exploradores perdidos acuden a verla.







"Shunkmanitu-tanka Lutta (Lobo Rojo)"
Pintura original sobre tablilla entelada
sin enmarcar de 27 x 22 cm.

Es una vieja circunspecta, a menudo peluda y siempre gorda, y, por encima de todo muy arisca, por lo que desea evitar cualquier tipo de compañía. Cacarea como las gallinas, canta como las aves y por regla general emite más sonidos de animales que de humanos.

Se le conoce por distintos nombres: la huesera, la trapera y la loba. Su única tarea consiste en recoger huesos. Recoge y conserva todo lo que corre el riesgo de perderse. Su cueva esta llena de huesos de todas las criaturas del desierto: venados, serpientes de cascabel, cuervos…pero su especialidad son los lobos.

Se arrastra, trepa, y recorre montañas y arroyos en busca de huesos de lobo y, cuando ha juntado un esqueleto entero, cuando el ultimo hueso esta en su sitio y tiene ante sus ojos una hermosa escultura blanca, se sienta junto al fuego pensando que canción le va a cantar.

Cuando ya lo ha decidido se sitúa al lado de la criatura y levanta los brazos, entonando una canción.
Entones los huesos de las costillas y las patas del lobo se cubren de carne y al animal le crece pelo. La loba canta un poco más y la criatura cobra vida y su peluda y fuerte cola se curva hacia arriba.

La loba sigue cantando y la criatura lobuna empieza a respirar. La loba canta con tal intensidad que el suelo del desierto se estremece y, mientras ella canta, el lobo abre sus ojos, pega un brinco y escapa corriendo cañón abajo.

En algún momento de su carrera, debido a la velocidad o el agua del chapoteo, un rayo de sol o un rayo de luna, el lobo se transforma en una mujer que corre libremente hacia el horizonte, riéndose a carcajadas.

Por eso recuerda que si te adentras en el desierto, está a punto de ponerse el sol y quizás te has extraviado un poquito y te sientes cansado, estas de suerte, pues bien podría ser que le cayeras en gracia a la loba y ella ten enseñara una cosa…una cosa del alma.

3 de los sospechosos de siempre:

Anónimo dijo...

linda loba
linda luz de luna que juega en su lomo
linda historia
admito que estoy de intrusa aquí
leí tus entradas y me gustaron bastante
llegué por el blog de tu padre
bueno, me siento pintamonos en este espacio que es tuyo
saludos
volveré
asi que espero no te sorprendas con otro comentario mio
adeus


camila*

Boina Descalza dijo...

Por sólo un minuto me situe en una vieja llanura, abandonada, con colores fuertes y armónicos. Vi a la loba con un toque de esoterismo, (quizás por la imagen que pusiste). A lo que voy, es que lograste situarme lejos de esta pieza, de este computador. ¿algun dia me explicaras tu secreto?
besos

Boina Descalza dijo...

sería demasiado pensar que podriamos algunos correr hacia una cueva lejana esperando encontrar misteriosos seres que habitaran en ella....pero es precisamente lo que hacemos, tugar tugar salir a buscar. Y dicen por ahí que el que busca encuentra, pero en ese caso discrepo, porque es cierto que encontraremos pero un objeto que no estaba en nuestra mente, es decir, algo nuevo que no era lo buscado. En ese preciso momento nos olvidamos de nuestro proposito y nos concentramos en ese viejo traste que ha recuperado un poco de su brillo. ¡quizas en que se convierta!
miles de besos